El sonido y sus fenómenos
El sonido se genera cuando las moléculas de aire comienzan a oscilar en respuesta a las vibraciones. Las moléculas de aire chocan entre sí, lo que hace que se concentren (compresión) y se dispersen (rarefacción). Las moléculas de aire no se desplazan mucho, mientras que las compresiones y rarefacciones crean los movimientos ondulatorios. Las rarefacciones y las compresiones se propagan en todas las direcciones desde la fuente acústica.
La distancia entre dos ondas (de compresión a compresión) se define como longitud de onda (λ). La frecuencia del sonido (f) se calcula como la velocidad del sonido (c) dividida por la longitud de onda (ecuación 1), c en el aire es de 340 m/s. Si la longitud de onda es de 10 m, la frecuencia será de 34 Hz. El oído humano puede detectar sonidos de 20 a 20.000 Hz. La frecuencia determina el tono de un sonido.
Si se sube el volumen al escuchar música, el volumen aumenta y las ondas sonoras son más altas. La altura de las ondas sonoras se llama amplitud, presión sonora. La presión sonora (Pa) es muy variable, por lo que se expresa en niveles sonoros (Lp) en dB, cuyo cálculo se realiza mediante la ecuación 2. El decibelio es una unidad logarítmica utilizada para facilitar la comprensión.